domingo, 16 de mayo de 2010
Jean Henry Merle D Aubigne
N. en Eaux-Vives (Ginebra, Suiza), hijo de refugiados hugonotes franceses.
Realizó sus estudios en la Universidad Ginebra, en cuya Facultad de Teología conoció al escocés Robert Haldane (1764-1842), en 1816. Haldane o era miembro de la facultad, ni fue invitado por la misma, sino llevado por su propio deseo de exponer las Escrituras a los estudiantes, presas de la enseñanza unitaria. El resultado de sus estudios sobre Romanos entre los estudiantes fue un despertar religioso.
Completado su curso académico D’Aubigné prosiguió sus estudios Leipzig y Berlín (Alemania), donde entabló amistad con el historiador J.A.W. Neander (1789-1850), de quien recibió su pasión por la historia como relato de personajes.
Fue ordenado al ministerio de la Iglesia Reformada en 1817. Ministró como pastor de la comunidad francesa en Hamburgo, hasta que en 1823 fue designado predicador de la corte de Bruselas. Después de la Revolución de 1830 renunció al cargo de tutor del Príncipe de Orange y regresó a Ginebra.
Colaboró en la creación de un seminario de teología para pastores, donde fue profesor de Historia de la Iglesia hasta el día de su muerte. Louis Gaussen (v.), otro miembro del grupo de Haldane, formaba parte del claustro de enseñanza. Participó activamente en la obra de la Sociedad Evangélica de Ginebra. Fue uno de los fundadores de la Iglesia Evangélica de Suiza.
Escribió extensos trabajos sobre la historia de la Reforma y y el Lord Protector inglés Oliver Cromwell. Para ello recorrió todas las bibliotecas de Europa central y occidental. Su fama de historiador le abría las puertas por donde iba. La Universidad de Oxford le confirió el grado de Doctor en Derecho Civil.
En 1862 fue invitado por la reina Victoria a predicar en la capilla real de Santiago. En esa misma ocasión visitó el Tabernáculo Metropolitano de C.H. Spurgeon (v.).
Para S.M. Houghton, D’Aubigné pertenece a la escuela de los profetas. “Sus escritos están impregnados de fuego celestial.” Su meta fue hacer revivir la historia con su propia vida.
Como cristiano siempre fue un convencido defensor de las ideas reformadas y evangélicas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario