sábado, 15 de mayo de 2010
Andrew Murray
N. el 9 de mayo de 1928 en Graaff-Reinet (El Cabo, Sudáfrica). Su padre era pastor vinculado a la Iglesia Presbiteriana de Escocia, que a la vez mantenía estrecha relación con la Iglesia Reformada de Holanda, que contribuyó a revitalizar con su ardoroso espíritu cristiano escocés. Este hombre singular dedicaba las veladas de los viernes a orar por un avivamiento espiritual en Sudáfrica. Se encerraba en su estudio y leía relatos de avivamientos acaecidos en Escocia y otros países. Con frecuencia leía a la familia historias relativas a avivamientos del Espíritu Santo. Sus oraciones y trabajos hallaron respuesta en 1861 cuando un poderoso movimiento espiritual conmovió su congregación. Mucho antes de que se aboliera la esclavitud, Andrew padre, apoyaba las reivindicaciones de los esclavos. En su propio hogar no permitía que una persona negra prestara ningún servicio sin darle primero a él o a ella la libertad y suministrarle un trato justo y buen nivel de vida. Estas iban a ser las dos magníficas incluencias que guiarían la vida y ministerio de Murray hijo: espiritualidad ardiente y acción social; a la que hay que sumarle una tercera: el interés misionero. Por su hogar habían desfilado hoy bien conocidos misioneros escoceses de entonces como Moffat y Livingstone.
M. fue enviado por sus padres a estudiar a su natal Escocia a estudiar en la Universidad de Aberdeen. También estudió en la Universidad de Utrecht (Holanda), donde, a los 16 años de edad, experimentó el nuevo nacimiento.
En 1848 fue ordenado al ministerio de la Iglesia Reformada de Holanda, cuando sólo contaba 20 años. Pastoreó diversas iglesias sudafricanas en Bloemfontein (1850-60), Worcester (1860-64), Cape Town (1864-71) y Wellington (1871-1906). Su ministerio fue tan bendecido espiritualmente que rápidamente ganó notoriedad y alcanzó puestos de responsabilidad y liderazgo. Durante 50 años dominó la vida de su Iglesia, haciendo de ella una iglesia misionera en Transvaal y Malawai, gracias a su pluma y sus mensajes. Tres de sus hijos se dedicaron a las misiones. En 1877 fundó el Instituto Misionero de Wellington. Apoyó a la Misión General de Sudáfrica.
Seis veces fue Moderador de la Asamblea General de su Iglesia.
Evangelista fervoroso no cesó toda su vida de alcanzar las poblaciones más olvidadas, como las tribus negras africanas del interior. En más de una ocasión arriesgó su vida para llevarles el mensaje cristiano.
En 1877 viajó por primera vez a Estados Unidos. Participó en muchas conferencias de santidad y uniones de oración en Europa y América.
Conservador en teología se opuso al liberalismo. Interesado en la educación teológica de los pastores fundó el Seminario Hugonote en 1874. Autor de más de 250 libros, enfatizó la consagración integral y absoluta a Dios, la oración y la santidad. Durante los últimos 28 años de su vida fue considerado el padre del movimiento Keswick de Sudáfrica. La huella mística de William Law (v.) se refleja en sus obras.
Aquejado de una infección en la garganta en 1879 perdió su voz durante casi dos años, de la que fue sanado en el hogar de los Bethsham en Londres. A raíz de esta experiencia creyó que según la Biblia los dones milagrosos del Espíritu no se limitaban únicamente a la Iglesia primitiva. Como otros maestros de santidad y vida victoriosa se refirió al bautismo del Espíritu Santo como una experiencia posterior a la regeneración. Para él, la forma como se es bautizado puede ser muy diferente: una renovación gozosa de la fe, una sensibilidad espiritual especial, una percepción profunda y callada de Dios o una intensa devoción al Señor.
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